El día de los Santos Inocentes es la conmemoración de un episodio histórico o hagiográfico del cristianismo: la matanza de todos los niños menores de dos años nacidos en Belén (Judea), ordenada por el rey Herodes con el fin de deshacerse del recién nacido Jesús de Nazaret. Se dio a estas víctimas el nombre de Santos Inocentes, por su imposibilidad de haber pecado a tan temprana edad y por haber muerto en vez de Cristo. Durante la Edad Media, los auxiliares de las iglesias, muy en especial los monaguillos, conmemoraban esta festividad, aunque el día señalado era entonces san Esteban, el 26 de diciembre. Se entregaban en los recintos de los templos a una serie de diversiones y bromas, hasta el punto de elegir para aquel día a un pequeño obispo y a un predicador. Las autoridades eclesiásticas, después de haberse cometido algunos excesos, tomaron cartas en el asunto pero sin llegar a atacar a fondo la fiesta en sí. Con la Contrarreforma, estos festejos desaparecieron casi por completo, con la excepción de algunas ciudades de Francia, pero poco a poco arraigó en muchas familias la costumbre de permitir a los niños, y aun a los mayores, toda clase de bromas y engaños inocentes el día de la festividad.
El origen de la denominación de la costumbre europea se corresponde con el de la figura de papel que se pega a las espaldas de la persona de la que el bromista quiere reírse. Además, puede provenir del ichthys cristiano. En cierto modo, las bromas son una forma de adelantar el carnaval a la cuaresma: se trataba de confundir a los ingenuos dándoles un pescado el día que la pesca estaba prohibida.
Se han ofrecido muchas explicaciones diferentes acerca de esta celebración, sin embargo la idea de que las bromas que acompañan esta fecha comenzaron durante el reinado de Carlos IX de Francia parece ser la más convincente. A mediados del siglo XVI, en toda Francia las celebraciones de Año Nuevo comenzaban el 25 de marzo y terminaban una semana después, el 1 de abril. En 1564, por medio del decreto de Roussillon, el rey decretó la adopción del calendario gregoriano y el Año Nuevo se trasladó al 1 de enero. La leyenda sugiere que muchos franceses opuestos al cambio o que simplemente lo olvidaron siguieron intercambiando regalos y festejando en la semana que concluía el 1 de abril. Los bromistas decidieron ridiculizarlos entregando regalos absurdos y convidando a fiestas inexistentes, y así nació la tradición de hacer bromas el primer día de abril.
Además, el nombre está relacionado con el zodiaco. El pescado puede venir del hecho de marcar el ultimo signo zodiacal del invierno que acaba de pasar. Todo acontecimiento que acaecía en esa fecha era relacionado con el hecho de que el Sol abandonaba la constelación de Piscis.
La costumbre por países:
- Alemania y Austria: Erster April («primero de abril»). La tradición de contar mentiras en ese día se sigue hasta en la prensa, se denomina como Aprilscherz («broma de abril») y se suele describir con la locución jmd. in den April schicken («mandar al abril a alguien»).
- Países Bajos y Flandes (Bélgica): 1 april. En los Países Bajos se suele llamar 1 aprilgrap y en Flandes aprilvis («pescado de abril»).
- Portugal y Brasil: dia da mentira («día de la mentira»).
- Croacia: prvi april («primero de abril»).
- Francia y Valonia (Bélgica): 1er avril. Las bromas se llaman poisson d'avril («pescado de abril»).
- Italia: pesce d'aprile («pescado de abril»).
- Reino Unido y EE. UU.: April fools' day («día de los tontos de abril»). Las bromas son las April fools' jokes («bromas de los tontos de abril»). Los escoceses llaman a la víctima de las bromas gowk («cuco»).
- Rumanía: 1ro April "Ziua Pacalelii". La costumbre del 1º de abril viene de Francia, y se implementó en Rumanía al principio del siglo XIX. Rumanía, siendo un país con tradición francofona, tomó esta costumbre de hacer bromas y/o farsas a los conocidos para divertirse. La tradición rumana dice que no debes dejarte engañar por nadie ese día para no tener parte de engaños durante todo el año.
- Polonia: prima aprilis.
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