El médico inglés Richard Lower consiguió unir la vena yugular de un perro pequeño —al que previamente había desangrado—, con la arteria carótida de otro de mayor tamaño.  Al final del proceso el perro pequeño recobró sus energías, al tiempo que el otro se dormía lentamente. Acto seguido cosió la vena del cachorro que había recibido la sangre y lo liberó. Este episodio sucedió el 17 de Mayo de 1665 en la Universidad de Oxford. Acababa de nacer una nueva era para la medicina.  
     Tras este episodio se siguieron realizando experimentos, en ocasiones el animal receptor y el donante podían ser de la misma o de distinta especie. En esta ilustración de 1734 se está llevando a cabo una transfusión sanguínea de un perro a un caballo.
Esta lámina aparece en el libro
Transfusión de sangre de perro a un caballo
     Con el tiempo, se comenzó a experimentar con transfusiones entre humanos y animales. Al parecer la “sangre suave y loable de un animal menos contaminada de vicios y pasiones” se creía era perfecta para la sanación de muchas las enfermedades.
     La primera transfusión de sangre a un ser humano se realizó en la Universidad de la Sorbona el 15 de junio de 1667.  Jean-Baptiste Denys —médico personal del rey Luis XIV— transfundió sangre de una oveja a un joven de 15 años, aquejado de fiebres altas. El joven milagrosamente sobrevivió, debido probablemente a la escasa cantidad de sangre que se le llegó a administrar. No corrió la misma suerte —el barón Gustaf Bonde —otro de sus pacientes, quien recibió dos transfusiones y murió después de la segunda.
Ilustración que aparece en la Obra
Transfusión de sangre de cordero

     Unos meses después en el invierno de ese mismo año, Jean-Baptiste Denys realiza su última transfusión. El receptor, Antoine Mauroy un “loco” que sufría demencia (posiblemente sifilítica), que solía pasearse desnudo por las calles de París. Le transfundiósangre de un ternero por ser considerado un animal apacible y tranquilo. Pretendía con ello aplacar sus crisis frenéticas y curar su locura. Mauroy murió durante la tercera transfusión, y su esposa señaló al médico como único responsable y se le acusó de asesinato. Tras el juicio fue absuelto, sin embargo abandonó la práctica de la medicina. Más tarde se determinó que Mauroy en realidad murió envenenado por arsénico probablemente suministrado por su esposa.
Transfusión de sangre de ternero. Frontispicio Tractatio Medica De Ortuño y occasu Transfusionis Sanguinis , Georg Abraham Mercklin, impreso en Nuremberg en 1679.
Transfusión de sangre de ternero
Transfusión de sangre de un perro. Grabado en madera de
Transfusión de sangre de un perro
     En vista de los desastrosos resultados, en el año 1668 la Facultad de Medicina de París prohibió esta práctica considerándola bárbara, evocadora del canibalismo y procedente de “la misma trastienda de Satán”.
    Como broche final  e imcomprensiblemente, en una época en la que ya se realizaban transfusiones de sangre, tal y como las conocemos hoy día (o casi), el  Dr. Simon Bernhe retoma los trasplantes de sangre de animales a humanos como “tratamiento” para curar la tuberculosis y se hace retratar practicando una “Transfusión de sangre de cabra … Sigue leyendo
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Las discusiones sobre estos primeros experimentos fueron recogidas en el siguiente enlace del Philosophical Transacctions de diciembre de 1666.
(Extractado literalmente de Historias de la Medicina
Fuentes consultadas.-