Los Tres Monos Sabios o Místicos, que se tapan con las manos respectivamente los ojos, oídos y boca, provienen de antiguas leyendas chinas que se difundieron en Japón con la llegada de la escritura en el Siglo VIII. Están representados en una escultura de madera en el santuario de Toshogu, en Nikko, Japón.
Parte de su significado está en el juego de palabras que se origina en japonés entre el sustantivo “saru” que significa mono, y el adverbio homófono que produce la negación del significado de la raíz a la que se asocia enclítico. Las palabras compuestas “mizaru", “kikazaru” e “iwazaru” significan respectivamente “no ve", “no oye", “no habla", y el mono ha pasado a ser un símbolo de la negación en abstracto.
Según la leyenda, estos tres monos fueron enviados por los dioses para delatar las malas acciones de los hombres y luego poder actuar en consecuencia.
El primero de los monos se llamaba Kikazaru, representado como el mono sordo, era el encargado de utilizar el sentido de la vista para observar a todo aquel que realizaba malas acciones para transmitirselo a Mizaru mediante la voz.
El segundo mono Mizaru, era el mono ciego. No necesitaba su sentido de la vista, puesto que se encargaba de llevar los mensajes que le contaba Kikazaru hasta el tercer mono, Iwazaru.
El tercer mono, Iwazaru, era el mono mudo, que escuchaba los mensajes transmitidos por Mizaru para decidir la pena de los dioses que le caería al desafortunado y observar que se cumpliese.
Las interpretaciones del mito son varias. Para algunos el significado de las esculturas de "Mizaru", “Kikazaru” e “Iwazaru", alude al miedo absoluto, dado que son las primeras reacciones del ser humano ante una situación de peligro. Otra versión mantiene que nos recuerdan la virtud de la discreción: "No digas todo lo que sepas, no mires lo que no debas, no creas todo lo que te dicen". También se ha extendido su significado al pacto de silencio entre mafiosos conocido como omertá o cualquier pacto de silencio para encubrir delitos o casos de corrupción.
Parte de su significado está en el juego de palabras que se origina en japonés entre el sustantivo “saru” que significa mono, y el adverbio homófono que produce la negación del significado de la raíz a la que se asocia enclítico. Las palabras compuestas “mizaru", “kikazaru” e “iwazaru” significan respectivamente “no ve", “no oye", “no habla", y el mono ha pasado a ser un símbolo de la negación en abstracto.
Según la leyenda, estos tres monos fueron enviados por los dioses para delatar las malas acciones de los hombres y luego poder actuar en consecuencia.
El primero de los monos se llamaba Kikazaru, representado como el mono sordo, era el encargado de utilizar el sentido de la vista para observar a todo aquel que realizaba malas acciones para transmitirselo a Mizaru mediante la voz.
El segundo mono Mizaru, era el mono ciego. No necesitaba su sentido de la vista, puesto que se encargaba de llevar los mensajes que le contaba Kikazaru hasta el tercer mono, Iwazaru.
El tercer mono, Iwazaru, era el mono mudo, que escuchaba los mensajes transmitidos por Mizaru para decidir la pena de los dioses que le caería al desafortunado y observar que se cumpliese.
Las interpretaciones del mito son varias. Para algunos el significado de las esculturas de "Mizaru", “Kikazaru” e “Iwazaru", alude al miedo absoluto, dado que son las primeras reacciones del ser humano ante una situación de peligro. Otra versión mantiene que nos recuerdan la virtud de la discreción: "No digas todo lo que sepas, no mires lo que no debas, no creas todo lo que te dicen". También se ha extendido su significado al pacto de silencio entre mafiosos conocido como omertá o cualquier pacto de silencio para encubrir delitos o casos de corrupción.
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